Todos estamos totalmente familiarizados con el concepto tradicional de banca, sin embargo, en los últimos años se ha hecho hueco en el mercado financiero el término Fintech, un nuevo modelo que tiene un elevado componente tecnológico, revolucionando la forma en la que se relacionan las personas con el dinero.
En este contexto, la tecnología funciona como motor de cambio y crecimiento en el sector, mejorando la eficiencia y seguridad, y optimizando las oportunidades de innovación y personalización de las finanzas.
¿Qué es una Fintech?
El término Fintech es la abreviatura de Financial Technology (cuyo significado es tecnología financiera). Dentro de este podemos agrupar todas las empresas que tienen a la tecnología como elemento indispensable para gestionar y desarrollar sus servicios y productos, dentro del sector financiero.
Aunque este término no es nuevo, su uso se popularizó a finales de la década de los 2000 y comienzos de 2010, coincidiendo con la crisis financiera que sacudió a los mercados en 2008 y que agilizó la búsqueda de nuevas soluciones e innovaciones dentro del sector. Su popularidad creció, todavía más, con la llegada de la pandemia de la COVID-19 debido al cambio en los hábitos de consumo y el aumento de las compras online.
¿Cómo funciona una Fintech?
Si hay algo que caracteriza a una Fintech es, como comentábamos, el uso de la tecnología. Esto las convierte en empresas innovadoras, ágiles y dinámicas gracias a su funcionamiento en diferentes aspectos:
- Tecnología avanzada: Este tipo de negocios se caracterizan por un fuerte uso de tecnologías de vanguardia como la inteligencia artificial. Otras tecnologías muy utilizadas en el sector financiero podrían ser Blockchain (en materia de criptomonedas), Big Data (esencial para una análisis profundo de los datos) o APIs (que ayudan a integran diferentes aplicaciones entre sí).
- Experiencia de usuario: las Fintech suelen ofrecer interfaces intuitivas e innovadoras, con elementos digitales que favorecen la experiencia del usuario al contratar sus servicios o productos. Además, al ser soluciones en su mayoría online, suelen ofrecer acceso y disponibilidad las 24 horas del día, a diferencia de la banca tradicional.
Beneficios de las Fintech
Precisamente en las características que comentábamos radican las grandes ventajas de las Fintech. Su agilidad y facilidad las convierten en soluciones accesibles para muchos usuarios, ayudando a la integración de las finanzas en nuestro día a día. Además, con la automatización de pasos, los procesos se agilizan, ofreciendo transacciones casi instantáneas y respuestas al momento.
- Análisis de datos. Gracias a las tecnologías Big Data, los procesos son fácilmente personalizables. Esto permite ofrecer soluciones a la medida de cada usuario, acortando tiempos de espera en la toma de decisiones y optimizando los procesos.
- Seguridad mejorada. Más allá de ofrecer una experiencia de usuario innovadora y mejorada, las Fintech ofrecen soluciones con una seguridad superior gracias al apoyo de tecnologías avanzadas. Dentro de estas tecnologías, encontraríamos algunas como Blockchain, cifrado de datos de extremo a extremo o identificación mediante datos biométricos (como reconocimiento de huellas dactilares, Face-ID o lector de pupila).
Pero no solo son ventajas para los usuarios finales, las propias Fintech se benefician de costes más económicos en sus infraestructuras al ofrecer servicios digitales en su mayoría, lo que ayuda, a su vez, a que los clientes disfruten de tarifas más reducidas.
Sectores impactados por las Fintech
Las fintech han impactado y transformado una amplia gama de sectores dentro de la industria financiera, introduciendo innovaciones que han cambiado la forma en que las empresas y los consumidores interactúan con los servicios financieros. Algunos de los servicios que más han tenido que adaptarse a la aparición de las Fintech han sido los siguientes:
Banca y servicios de pago
Las fintech han revolucionado la banca tradicional al introducir banca digital y móvil, permitiendo el acceso de los usuarios en cualquier momento y aumentando la posibilidad de realizar las transacciones que deseen desde el sofá de casa, sin necesidad de visitar una sucursal bancaria. Esto ha aumentado la competencia y ha obligado a los bancos tradicionales a reinventarse, innovando en su digitalización.
Préstamos y financiación
Las plataformas de préstamo y financiamiento peer-to-peer (P2P) y otros servicios como el crowdfunding han transformado la disponibilidad de dinero tal y como la conocíamos. Estas plataformas conectan directamente a prestatarios con inversores, ofreciendo una alternativa más flexible y accesible a los préstamos tradicionales.
Inversiones y gestión de patrimonios
Han nacido multitud de soluciones que apoyan al usuario, no solo en sus transacciones diarias, sino en la planificación de sus finanzas personales. Además, ofrecen la posibilidad de ayudar al consumidor en sus inversiones, facilitando el acceso a un servicio que anteriormente podía ser menos demandado.
El futuro de las Fintech
Las tecnologías financieras han llegado para quedarse y, con el aumento previsible de las innovaciones tecnológicas en el presente y futuro, su crecimiento no va a verse mermado.
Las tecnologías de análisis de datos e inteligencia artificial se harán un hueco cada vez mayor en el sector financiero. Esto permitirá que la personalización de los procesos se perfeccione, ofreciendo productos y soluciones que respondan a las necesidades de cada usuario, independientemente de sus características. Esto a su vez, ayudará a reducir los riesgos de ciertas operaciones, aportando mayor seguridad a ambas partes del proceso.
Además, con el creciente enfoque en la sostenibilidad, las fintech jugarán un papel importante en el desarrollo de las finanzas verdes. Un ejemplo de esto podrían ser la promoción de inversiones en proyectos sostenibles y el desarrollo de plataformas que permitan a los consumidores tomar decisiones financieras que reflejen sus valores ambientales y sociales.
¿Cómo están cambiando las finanzas personales y empresariales?
Como comentábamos, esto es solo la punta del iceberg de las innovaciones que se presentarán en el futuro. El acceso a cualquier operación de finanzas personales (como, por ejemplo una financiación a plazos) y empresariales será cada vez más intuitivo, sencillo y ágil, se acortarán los tiempos de espera y las soluciones se personalizarán en función de las necesidades de cada cliente.
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