¿Qué es el leasing?

El leasing, o arrendamiento financiero, es un mecanismo de financiación que permite la cesión, por parte de un arrendador, de un activo o bien, a un arrendatario, durante un periodo de tiempo concreto. A cambio de esta cesión, y durante el tiempo establecido, el arrendatario paga periódicamente una renta al arrendador, sin tener que realizar un desembolso elevado al principio de la operación.  

Este concepto ha ganado popularidad en los últimos años y se ha convertido en un recurso muy utilizado por empresas junto a otras formas de financiación tradicionales, como créditos o préstamos, y de actualidad, como el renting.  

En el post de hoy analizaremos en profundidad qué es y cómo funciona el leasing, los tipos más comunes que podemos encontrar y sus ventajas y desventajas frente a otros métodos de financiación

¿Cómo funciona el leasing o arrendamiento financiero?  

El leasing o arrendamiento financiero funciona como un contrato de alquiler mediante el cual una empresa puede adquirir un activo sin comprarlo desde un inicio. En este proceso podemos diferenciar varias fases: 

  • Selección del bien y firma del contrato: Una vez que el arrendatario define y selecciona el activo que necesita (ya sea un vehículo, un equipo informático, maquinaria…), firma un contrato con el arrendador en el que se definen la duración del periodo de cesión, las cuotas de arrendamiento y el valor residual que se podría pagar al finalizar el contrato para adquirir de forma completa el bien o activo.  
  • Uso dentro del periodo de leasing: Durante el tiempo establecido, la empresa puede hacer uso del activo como si fuera de su propiedad, siendo responsable del mantenimiento de este. 
  • Final del contrato: Una vez finalizado el tiempo establecido en el contrato, el arrendatario tendrá varias opciones, en función del tipo de leasing, como veremos a continuación.  

Tipos de leasing   

Dentro del leasing podemos encontrar diferentes tipos, en función de su operativa al final del contrato. Los dos tipos más comunes serían los siguientes:  

Leasing financiero   

El leasing financiero es aquel que está orientado a que el arrendatario termine adquiriendo el bien. El contrato suele tener una duración similar a la vida útil del activo, y al final existe la opción de compra. Una vez finalizado el contrato de leasing financiero el arrendatario puede escoger entre adquirir el bien pagando el valor residual, devolverlo al arrendador o renovar el contrato.  

Leasing operativo 

El leasing operativo se realiza de forma similar a un alquiler tradicional, en el que el arrendador mantiene la propiedad y el arrendatario solo hace uso de ella durante el tiempo acordado, sin opción a compra al finalizar el contrato. Este tipo de leasing suele utilizarse para contratos a largo plazo. 

Ventajas y desventajas del leasing:  

El leasing tiene numerosas ventajas que pueden ayudar a las empresas a planificar mejor sus gastos y gestionar sus necesidades con mayor flexibilidad. Aunque, al igual que ofrece beneficios, también tiene alguna desventaja que debemos tener en cuenta. A continuación, vemos algunas de las ventajas y desventajas más importantes: 

Ventajas

  • No se requiere una gran inversión inicial. Al no necesitar un desembolso elevado al inicio, permite acceder a bienes de alto costo sin comprometer grandes sumas de capital. 
  • Flexibilidad de compra al finalizar el contrato. El leasing ofrece diferentes opciones al finalizar el contrato para el arrendatario, tanto adquirir el bien de forma completa como devolverlo o prorrogar el contrato.  
  • Beneficios fiscales. En muchos países, las cuotas de leasing pueden ser deducibles como gasto operativo, lo que reduce la base imponible y, en consecuencia, los impuestos de la empresa. 
  • Mejora la planificación financiera.  Al ser un gasto predecible y regular, el leasing permite una mejor planificación de los flujos de caja, sin sorpresas derivadas de grandes desembolsos. 

Desventajas 

  • Coste total más elevado. A largo plazo, el coste total (incluyendo los pagos periódicos y el valor residual) puede ser mayor que el costo de adquirir el bien directamente. 
  • El arrendatario no tiene la propiedad hasta finalizar el contrato. Hasta que no se ejercita la opción de compra, el bien no pertenece al arrendatario, lo que puede ser una desventaja si se busca una propiedad a largo plazo. 
  • Riesgo de obsolescencia. En algunos casos es posible actualizar el equipo, pero en otros, el arrendatario puede quedar atado a bienes que se vuelven obsoletos antes de que finalice el contrato. 
  • Dependencia de terceros. El arrendatario depende del arrendador para ciertas decisiones (mantenimiento, sustituciones o renovaciones, por ejemplo). 

¿Qué se necesita para un contrato de leasing?  

Para realizar una solicitud y contrato de leasing, suelen pedirse unos requisitos mínimos para las empresas solicitantes. En primer lugar, la empresa deberá tener una cierta antigüedad, normalmente se pide un mínimo de entre 1 y 3 años de actividad. Además, se necesitará presentar una serie de documentos legales para acreditar la situación financiera de la empresa, su historial crediticio y su existencia y legalidad.  

Con toda esta documentación se realiza un estudio de solvencia y análisis de la capacidad crediticia de la empresa y, en caso de resultado favorable, se procede a la firma del contrato de arrendamiento financiero.  

Diferencias entre leasing y renting

Las diferencias entre leasing y renting podemos encontrarlas principalmente en el objetivo de cada tipo de solicitud, las opciones de compra, y los aspectos fiscales y contables.  

  • Propósito: El leasing está pensado para facilitar la adquisición total de un bien, llegando a la compra al final del contrato. Sin embargo, el renting se proyecta como una cesión del bien sin intención de compra posterior.  
  • Duración: El leasing está pensado para contratos a medio plazo, mientras que el renting suele tener una mayor flexibilidad y duración a largo plazo.  
  • Opción de compra: El leasing ofrece opción a compra al finalizar el contrato, pero el renting no.  
  • Propiedad: La propiedad del bien arrendado puede pasar al arrendatario si este ejerce su opción a compra en el leasing, sin embargo, la propiedad del bien siempre pertenece al arrendador en un contrato de renting. 
  • Mantenimiento: En el leasing, el mantenimiento y otros costes adicionales corren a cargo del arrendatario mientras que en el renting se suelen incluir los costes de mantenimiento, seguros o reparaciones a cargo del arrendador.  

Diferencias con otras formas de financiación

Además del leasing y el renting, existen otras opciones de financiación más tradicionales como los préstamos y créditos.  

El leasing es ideal si buscas flexibilidad, acceso a bienes de alto coste sin un gran desembolso inicial y la opción de evitar riesgos de depreciación. En cambio, los créditos o préstamos son más adecuados si deseas adquirir la propiedad del bien desde el principio y prefieres tener control total sobre el mismo. 

Como vemos, cada opción de financiación tiene características, ventajas y desventajas que la hacen más adecuada según las necesidades de la persona o empresa. Por ello, es vital analizar cada una de ellas en cada caso concreto para hacer uso de la más conveniente en cada situación. 

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