El coste de oportunidad es el valor de las alternativas que se sacrifican al tomar una decisión. Se trata de un término poco conocido en el ámbito financiero, tanto en finanzas empresariales como personales, pero que aplicamos de forma consciente o inconsciente en nuestras decisiones del día a día.
A continuación, analizamos en profundidad qué es el coste de oportunidad, los tipos más comunes que podemos encontrar y cómo aplicarlo en nuestras decisiones diarias.
¿Qué es el coste de oportunidad en economía?
En economía, el coste de oportunidad es el valor que perdemos al elegir una opción frente a otra. Es decir, cuando se toma una decisión, se valora no solo el coste monetario directo, sino también lo que se deja de ganar al renunciar a la segunda mejor opción disponible
Entender este concepto es vital en las finanzas personales, ya que ayuda a tomar decisiones más informadas y maximizar el uso de recursos limitados, como son el dinero y el tiempo.
Tipos que podemos encontrar
Existen varios tipos, según el contexto y el tipo de recursos involucrados, aunque los dos más comunes serían el constante y el creciente, que hacen referencia al valor del recurso “perdido”.
Coste de oportunidad constante
Es constante cuando, al asignar recursos de una actividad a otra, el valor de lo que se renuncia (la «opción perdida») se mantiene igual, sin aumentar ni disminuir. Esto implica que los recursos son productivos para ambas alternativas y, por lo tanto, la eficiencia no cambia.
Coste de oportunidad creciente
Por el contrario, es creciente cuando, al mover recursos de una actividad a otra, el valor de lo que se renuncia aumenta progresivamente. Es decir, a medida que se produce más de un bien, los recursos se vuelven cada vez menos productivos en esa producción adicional, por lo que el sacrificio de producción en la otra actividad se vuelve mayor.
¿Cómo se calcula el coste de oportunidad?
Para calcular el coste de oportunidad, el primer paso es establecer las opciones disponibles. Por ejemplo: fabricar un producto X o un producto Y. Una vez hemos definido estas bases, comenzamos a calcular los costes y gastos asociados a cada opción. El siguiente paso implica analizar el beneficio que podemos obtener con cada una de las opciones planteadas. En resumen, la fórmula para calcular el coste de oportunidad sería la siguiente:
Coste de oportunidad = (Valor de opción no elegida) – (Valor de opción elegida)
Ejemplo práctico
Siguiendo el ejemplo anterior, en el que estamos planteando la producción de un producto X y un producto Y, imaginemos que necesitaríamos una inversión de 1.000€ para la primera opción y un desembolso de 2.000 para la segunda.
Sin embargo, el beneficio previsto al producir la primera opción sería de 3.000€ mientras que para la segunda opción el beneficio es de 8.000€. El valor del producto X sería 2.000€ y para el Producto Y sería de 6.000€.
Coste de oportunidad = (3.000) – (6.000)
-3.000€ = 3.000€ – 6.000€
- Coste de oportunidad +0: decisión no óptima, el valor de la alternativa perdida es mayor que el valor de la opción elegida.
- Coste de oportunidad =0: no existe coste de oportunidad.
- Coste de oportunidad -0: decisión óptima, ya que el valor de la opción no tomada es menor que el valor de la opción elegida.
Importancia en la toma de decisiones económicas
Este aspecto es crucial en la toma de decisiones económicas porque permite a individuos, empresas y gobiernos evaluar las consecuencias de sus elecciones en términos de los beneficios que renuncian al elegir una opción sobre otra.
Algunos recursos (tiempo, dinero, materias primas) son limitados, por lo que conocer el coste de oportunidad nos permite optimizarlos y decidir a qué actividad asignarlos. Al entender lo que se sacrifica en cada alternativa, se asignan recursos hacia aquellas opciones que generan mayor valor y productividad.
En el ámbito personal, por ejemplo, es esencial para la gestión del tiempo y el dinero. Cuando una persona decide en qué gastar su dinero o su tiempo, está evaluando los beneficios de la opción elegida en comparación con otras alternativas.
¿Se puede recuperar el coste de oportunidad?
Por norma general, no se puede recuperar, ya que representa un beneficio al que hemos renunciado al tomar una decisión. Sin embargo, sí podemos mitigar sus efectos y tomar mejores decisiones en futuras ocasiones. Al aprender de las decisiones pasadas podremos hacer evaluaciones más completas sobre los posibles costes de oportunidad antes de tomar nuevas decisiones. De esta forma, optimizaremos el uso de los recursos disponibles en futuras decisiones. Es importante realizar una evaluación continua de los resultados para escoger siempre la mejor opción posible.
¿Cómo aplicar el coste de oportunidad en tus decisiones futuras?
Como veíamos anteriormente, aplicar este concepto en tus finanzas personales puede ayudarte a tomar decisiones más informadas y obtener mayores beneficios de tus recursos.
Es importante que antes de tomar una decisión, analices detalladamente las opciones disponibles, su coste y sus beneficios, para posteriormente tratar de cuantificar el valor de cada opción en términos monetarios, de tiempo o de satisfacción personal.
Además, debemos pensar en cómo una decisión puede influir en otras oportunidades futuras. Algunas opciones pueden tener costes de oportunidad de corto plazo, pero mayores beneficios en el largo plazo, como por ejemplo invertir en un máster educativo.
En resumen, es un concepto que debemos tener en cuenta a la hora de tomar decisiones en nuestras finanzas para obtener los mejores resultados tanto a corto como a largo plazo. Descubre otros tips para aplicar a tus finanzas personales en nuestro blog.
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