Benchmarking: qué es, para qué sirve y ventajas 

Dentro del ámbito empresarial, existen innumerables modelos de negocio, cada uno de ellos con unas características y unas necesidades concretas. Para dar respuesta a cada objetivo es vital encontrar una estrategia de negocio óptima. El benchmarking aparece, en este contexto, como una herramienta que nos ayuda a identificar las mejores prácticas del mercado con el objetivo de optimizar la estrategia de nuestro negocio. 

A continuación, analizamos qué es el benchmarking, los tipos más comunes que podemos encontrar, cómo llevarlo a cabo paso a paso y cuáles son algunas de sus ventajas. Además, veremos algunos de los errores más frecuentes que podemos cometer y cómo evitarlos.  

¿Qué es el benchmarking? 

El benchmarking es un método que consiste en analizar e identificar las mejores prácticas de otras organizaciones con el objetivo de aprender e implementar aquellas que cuadren con los objetivos de nuestro negocio, para optimizar técnicas y procesos de forma interna. 

Este análisis del mercado puede realizarse tanto dentro del nicho al que pertenece la empresa que lo realiza como fuera de él, ya que existen numerosos procesos exitosos que pueden implementarse con independencia del sector.  

Tipos de benchmarking 

El benchmarking puede clasificarse en diferentes tipos según el enfoque, el objetivo o las fuentes de comparación. Sin embargo, las cuatro grandes categorías en las que podemos dividir este método son las siguientes: 

Benchmarking competitivo 

Benchmarking funcional 

El benchmarking funcional, por su parte, consiste en comparar procesos, prácticas y resultados de una organización con los de otras empresas que pueden o no pertenecer al mismo sector, pero que destacan en sus respectivos nichos de mercado. Este tipo de benchmarking busca aprender de las mejores técnicas independientemente de la industria, para aplicarlas de manera adaptada y mejorar la eficiencia y calidad en tu propia organización. 

Benchmarking genérico 

El benchmarking genérico es un enfoque que busca identificar las mejores prácticas de empresas líderes, sin limitarse a comparar únicamente con competidores directos o del mismo sector. Es muy parecido al funcional pero su objetivo principal es detectar estrategias innovadoras y procesos eficientes que puedan adaptarse e implementarse para lograr mejoras significativas en el rendimiento de la organización. 

Benchmarking interno 

El  benchmarking interno es un proceso que consiste en comparar prácticas, procesos o resultados dentro de diferentes unidades, departamentos o áreas de una misma organización. Su objetivo es identificar las mejores prácticas internas y replicarlas para mejorar el desempeño general. 

Tipo de Benchmarking Ámbito de comparación Cuando aplicarlo Objetivo principal 
Competitivo Competidores directos en el mismo sector Cuando se quiere mejorar la posición frente a la competencia Identificar ventajas y desventajas frente a rivales del mercado 
Funcional Empresas líderes en funciones específicas, sin importar sector Cuando se busca optimizar funciones concretas como logística, atención, etc. Aprender de líderes funcionales para mejorar procesos específicos 
Interno Unidades o departamentos dentro de la misma organización Cuando hay diferencias significativas de desempeño entre áreas internas Estandarizar y replicar las mejores prácticas internas 
Genérico Cualquier empresa destacada, sin importar el sector Cuando se busca inspiración innovadora y soluciones fuera del sector tradicional Adoptar prácticas de excelencia operativa y creatividad 

¿Cómo hacer un benchmarking paso a paso? 

Realizar un benchmarking implica seguir un proceso estructurado para identificar, analizar y adoptar las mejores prácticas de otras organizaciones. 

Para ello, el primer paso es identificar los objetivos y necesidades de nuestro estudio y, una vez definidos, decidir el enfoque donde vamos a llevarlo a cabo: de manera interna dentro de nuestra propia organización o de forma externa, entre otras empresas. 

El siguiente paso es recopilar toda la información posible, recolectar datos clave sobre procesos, métricas de desempeño y prácticas empleadas. Y con este conjunto de datos, realizar un análisis exhaustivo para detectar las mejores prácticas y, posteriormente, planificar e implementar aquellas que mejor combinan con nuestros objetivos

Es importante realizar un análisis periódico de los procesos implementados para detectar aquellos que realmente están funcionando y optimizar aquellos que no tienen un desarrollo favorable. 

Ventajas del benchmarking para tu estrategia de negocio 

El benchmarking tiene numerosas ventajas que pueden ayudarnos en el desarrollo de nuestro negocio. Algunas de las más destacadas serían las siguientes: 

Mejora del rendimiento: 

Este método nos ayuda a identificar áreas de mejora y nos proporciona herramientas para optimizar aquellos procesos que pueden estar fallando. 

Diferenciación competitiva:

Nos permite conocer las fortalezas y debilidades de los competidores, al tiempo que nos ayuda a anticipar movimientos estratégicos en el mercado. 

Identificación de oportunidades:

Al tener una visión más amplia del mercado y analizar sus movimientos, podemos identificar nuevas oportunidades de negocio y sacar partido de ellas.  

Impulso a la innovación: 

Fomenta la creatividad y la adopción de nuevas ideas observadas en otras empresas, y facilita la identificación de tendencias emergentes y nuevas tecnologías. 

Mejora de la satisfacción del cliente: 

Permite implementar mejores prácticas que aumenten la calidad y el valor percibido por los clientes. 

Ejemplos de benchmarking aplicados a casos reales 

Para entender mejor los tipos de benchmarking, podemos ver diferentes ejemplos en distintos sectores o departamentos.  

En el sector ecommerce, por ejemplo, imaginemos una tienda de moda que analiza a su principal competidor y descubre que su proceso de compra es más ágil al reducir los pasos del carrito. Aplicando benchmarking competitivo, podría simplificar su flujo y mejorar sus conversiones. 

En cuanto a la atención al cliente, podemos imaginar, a modo de ejemplo, una cadena de talleres que observa cómo una aerolínea responde eficazmente en redes sociales con un tono cercano. A través del benchmarking funcional, adapta esa estrategia y mejora su relación con los clientes. 

Errores comunes al aplicar benchmarking 

Aunque el benchmarking es una herramienta poderosa, su efectividad depende de cómo se aplique. Estos son algunos errores frecuentes que conviene evitar: 

  • No elegir bien los KPIs: Medir indicadores irrelevantes o que no están alineados con los objetivos del negocio puede llevar a conclusiones equivocadas y decisiones ineficientes. 
  • Copiar sin adaptar: Imitar estrategias de otras empresas sin considerar el contexto, los recursos disponibles o la cultura organizacional propia puede generar resultados negativos. 
  • No dar seguimiento a largo plazo: Tratar el benchmarking como una acción puntual, en lugar de un proceso continuo, impide que se mantengan mejoras sostenidas y adaptaciones necesarias con el tiempo. 

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