Gastos vampiro, fantasma y hormiga

En anteriores posts ya hemos visto como convertirnos en compradores inteligentes o algunas formas de preparar tus presupuestos de gastos de una manera óptima. Sin embargo, muchas veces pasamos por alto ciertos costes que pueden aparecen en nuestro día a día y dañar nuestra economía. Hablamos de los gastos vampiro, fantasma y hormiga, ¿qué diferencia hay entre ellos?

Vigila tus finanzas

Estos tres tipos de gastos tienen un componente común, pasan fácilmente desapercibidos en nuestra rutina diaria. Sin embargo, esta es precisamente la característica que los convierte en un peligro para nuestros ahorros.

  • Gastos hormiga: Son aquellas pequeñas compras que realizamos casi sin darnos cuenta de manera rutinaria: el café de las mañanas, las propinas de los restaurantes…
  • Gastos fantasma: Hablamos de ellos para referirnos a aquellos gastos que a menudo acumulamos sin darnos cuenta ya que suelen cobrarse de forma directa y automática en nuestra cuenta: suscripciones a plataformas de streaming, cuotas de gimnasio…
  • Gastos vampiro: Son gastos que pasamos por alto puesto que, a pesar de ser fijos, olvidamos en nuestro día a día. Por ejemplo, un enchufe siempre conectado, una fuga de gas o agua, mal uso de los electrodomésticos…

Trabaja en tu presupuesto

Como ya hemos comentado en otras ocasiones, la mejor forma de hacer frente a estos gastos es tratar de identificarlos en nuestro presupuesto mensual e intentar ceñirnos a un porcentaje fijo para cada uno de ellos.

Además, es conveniente vigilar las instalaciones eléctricas y dar un uso eficiente a los electrodomésticos para prevenir los gastos vampiro. Con unas sencillas comprobaciones podemos ahorrarnos un porcentaje de nuestras facturas.

Ahora que ya sabes distinguir los gastos vampiro, fantasma y hormiga, recuerda tenerlos en cuenta para mejorar tus finanzas. No olvides seguir nuestro perfil oficial de LinkedIn para no perderte ninguno de nuestros tips financieros. ¡Te esperamos!

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