El método de ahorro del céntimo es un reto que se basa en la acumulación progresiva, y durante un año, de pequeñas cantidades de dinero, partiendo el primer día de un céntimo y llegando hasta los 3,65€ al completar los 365 días de un año.
En un contexto en el que el término inflación se ha vuelto protagonista de nuestro día a día, tener un colchón para hacer frente a posibles gastos inesperados es casi una obligación. Para ello, lo primero de todo es contar con un presupuesto de gastos que nos ayude a tener claro el capital del que disponemos mes a mes, analizando nuestros ingresos y teniendo en cuenta todos los costes fijos a los que tenemos que hacer frente. Tras ello, es importante contar con una estrategia de ahorro para separar de manera periódica un pequeño porcentaje de nuestros ingresos.
A continuación, os explicamos en qué consiste exactamente este reto, uno de los métodos de ahorro más fáciles de completar y que te ayudará a alcanzar tus metas de forma rápida.
¿Cómo funciona el método de ahorro del céntimo?
El reto de ahorro del céntimo concretamente consiste en aumentar diariamente la cantidad de dinero que metemos en nuestra “hucha”, ya sea física o digital. Comenzaríamos con un céntimo el primer día, dos céntimos el segundo, tres el tercero y así sucesivamente hasta completar los 365 días del año.
El último día, por tanto, deberíamos añadir 3,65€ y, si hemos tenido constancia a lo largo de todo el año y no hemos fallado ningún día, contaremos con un ahorro total de 667,95€.
Beneficios del reto de ahorro del céntimo
Se trata de un reto de ahorro muy fácil de completar y accesible para todo tipo de bolsillos ya que no requiere realizar un gran esfuerzo para comenzar y cumplir con las aportaciones diarias.
Uno de sus grandes beneficios es, precisamente, poder obtener una suma interesante de dinero sin apenas esfuerzo al finalizar el año. Este dinero extra nos puede ayudar a hacer frente a gastos imprevistos o, simplemente, servir de apoyo para las compras navideñas o de rebajas, por ejemplo.
Sin embargo, entre las desventajas del método de ahorro del céntimo podríamos destacar la posible falta de monedas en alguna ocasión y, por tanto, la dificultad de mantenerse persistente en el tiempo al ser un reto a largo plazo.
Consejo para completar el reto de ahorro del céntimo
En este reto de ahorro es vital la constancia, ya que si no cumplimos alguno de los días la cantidad final de ahorro puede verse reducida significativamente, sobre todo si fallamos en las últimas semanas del reto.
Por ello, lo ideal sería realizar el reto en pareja, con amigos o en familia, fijando un objetivo común como, por ejemplo, unas vacaciones. De esta manera, el ahorro se convierte en una costumbre compartida con una recompensa en el horizonte, por lo que es más sencillo mantenerse constante.
Variantes del reto del céntimo
Este reto, además, admite diferentes variantes, ya sea en la forma de recaudar el dinero como en las cantidades que se depositan día a día. A continuación, os mostramos algunas de ellas:
- Céntimos decrecientes. En esta variante del reto de ahorro, en lugar de comenzar desde un céntimo, se invierten las cantidades. De esta forma, comenzaríamos el primer día con 3,65€, el siguiente con 3,64€ y así sucesivamente hasta aportar un céntimo el último día del reto.
- Cantidad diaria aumentada. Si nuestro objetivo de ahorro es mayor, podemos destinar una mayor cantidad diaria. Por ejemplo, podríamos empezar con 5 céntimos el primer día, 10 el segundo y así sucesivamente aumentando en múltiplos de 5. De este modo, al cabo de 365 días podríamos reunir más de 3.300€.
- Reto del céntimo desordenado. Esta versión del reto nos da incluso una mayor flexibilidad ya que consistiría en apuntar en una plantilla las cantidades de 0,01 hasta 3,65 e ir aportando día a día una cantidad aleatoria, que tacharíamos y no podríamos repetir. El resultado sería el mismo que en el reto del céntimo tradicional, pero podemos ir compensando nuestras aportaciones.
Otros métodos de ahorro
Aunque el método de ahorro del céntimo es una forma sencilla de dar un empujón a tus ahorros, no es el único reto que podemos seguir. Existen otros ejemplos de métodos de ahorro que podrían ayudarnos a sanear nuestras finanzas personales:
Método de los sobres
Para llevar a cabo este método de ahorro, lo primero que debemos hacer es reunir en efectivo todo nuestro dinero disponible cada mes, categorizar los gastos en diferentes sobres y destinar una cantidad fija a cada categoría. A final de mes, debemos revisar el sobrante de cada categoría y añadirlo al sobre de “ahorro”, que de inicio siempre deberá contener al menos el 10% de nuestros ingresos.
Método 50 30 20
Este método de ahorro es uno de los más conocidos ya que tan solo hay que realizar un presupuesto de gastos y repartir nuestros ingresos siguiendo unos porcentajes fijos mes a mes. La cantidad más elevada correspondería al 50% e iría destinado a gastos básico (alquiler o hipoteca, alimentación o pago de facturas). El 30% se destinaría a costes personales, en los que se incluiría el ocio o algún capricho. Por último, el 20% correspondería al ahorro, por lo que, al inicio de cada mes, una vez recibidos los ingresos, separaríamos automáticamente esa cantidad.
Reto de las 52 semanas
Se trata de un reto muy sencillo, similar al método de ahorro del céntimo, pero con el que podemos conseguir un resultado mayor. En este caso, no se realizarían aportaciones diarias sino semanales y comenzaríamos con un euro la primera semana. La segunda semana añadiríamos 2€, la tercera 3€ y así sucesivamente hasta completar las 52 semanas del año, con un último “ingreso” de 52€. Con este método podemos ahorrar hasta 1.378€.
¿Merece la pena el método de ahorro del céntimo?
En general, cualquier reto de ahorro que nos ayude a mejorar nuestra situación financiera es una buena opción. En este caso, el método de ahorro del céntimo es sencillo de aplicar y no pone en peligro nuestra economía en el día a día. Además, gracias a él puedes asegurarte un dinero extra al finalizar el año.
Sea con este o con cualquiera de los métodos de ahorro que veíamos, lo primero será establecer un presupuesto de gastos e ingresos y actuar según nuestras necesidades.
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