Guía Completa sobre Solvencia Económica: Definición y Consejos 

En el ámbito de las finanzas, tanto de empresa como personales, encontramos multitud de conceptos que, aunque escuchamos y usamos casi a diario, en ocasiones pueden generar dudas. Algunos de estos conceptos nos arrojan información muy importante acerca de la salud de nuestras finanzas, como es el caso de la solvencia económica.  

A continuación, descubrimos qué es y los diferentes tipos de solvencia económica que podemos encontrar. Además, analizaremos distintos ratios con los que podemos medirla y entenderemos más acerca de los factores que pueden afectarle de manera directa e indirecta.  

¿Qué es la Solvencia Económica?

La solvencia económica o financiera es la capacidad que tiene un individuo o entidad para hacer frente a sus compromisos financieros, es decir su capacidad para devolver sus deudas en los plazos acordados.  

Una persona o empresa se considera solvente cuando posee suficientes activos para hacer frente a sus obligaciones de pago, como préstamos, facturas, salarios de empleados o impuestos, entre otros.  

Tipos de solvencia económica  

Podemos hablar de solvencia económica tanto en el ámbito profesional como personal. Aunque ambos conceptos parten de la misma base tienen algunas diferencias y se miden a través de distintos ratios.  

Solvencia económica empresarial:

Es la capacidad de una empresa para cumplir con sus obligaciones financieras, tanto a corto como a largo plazo, y continuar operando de manera rentable.  

Solvencia económica personal:

Es la capacidad de un individuo para manejar sus finanzas de manera que pueda pagar sus deudas y cumplir con sus compromisos financieros, a corto y largo plazo. Para saber el nivel de solvencia de una persona se realizaría un balance entre sus ingresos, sus activos (como propiedades o inversiones) y sus deudas y compromisos de pago. 

Ratio de Solvencia: Qué es y Cómo Calcularlo  

El ratio de solvencia es el indicador concreto que nos indica el nivel de solvencia económica que tiene una persona o entidad. 

Como calcular el ratio de solvencia  

La fórmula básica con la que se calcula el ratio de solvencia es: 

Ratio de Solvencia = Activos totales / Pasivos totales

¿Cómo Demostrar Solvencia Económica?

Demostrar solvencia económica implica presentar algún tipo de evidencia de que un individuo o entidad tiene la capacidad financiera para cumplir con sus obligaciones, deudas y compromisos. Este proceso es muy habitual cuando se solicita un préstamo o se firma un contrato de alquiler, entre otros muchos motivos. Existen diferentes formas de demostrar solvencia, dependiendo de si la parte que lo requiere es una persona física o una empresa: 

Demostrar solvencia personal

Para demostrar nuestra solvencia como individuos encontramos diferentes opciones desde la aportación de comprobantes de ingresos o extractos de cuentas bancarias hasta la certificación de titularidad de propiedades o inversiones.  

Demostrar solvencia empresarial

Por el contrario, para demostrar la solvencia económica de una empresa podemos recurrir a la presentación de estados financieros, declaraciones de impuestos o informes de crédito empresarial. También podríamos aportar los contratos de larga duración de clientes importantes o la propiedad de inmuebles y maquinaria.  

Factores que Afectan la Solvencia Financiera  

El grado de solvencia de una persona o empresa puede verse influenciado por diferentes factores tanto internos como externos

Factores internos  

Equilibrio entre ingresos y gastos.

Si los ingresos que percibimos son inferiores a los gastos que realizamos diariamente, tanto de forma fija como variable, es muy difícil alcanzar un grado de solvencia financiera positivo. 

Gestión de deudas.

En línea con lo anterior, si alcanzamos una situación de sobreendeudamiento, tendremos que hacer uso de nuestros fondos de emergencia o ahorro, perjudicando nuestro nivel de solvencia. 

Factores externos  

Condiciones económicas generales:

Factores como el crecimiento económico, la inflación, las tasas de interés y el desempleo afectan el entorno financiero personal o de una empresa. 

Regulaciones y políticas fiscales:

Cambios en la legislación, impuestos o regulaciones ambientales, laborales o comerciales, entre otros, pueden afectar de manera directa a nuestro grado de solvencia. 

Desastres naturales y crisis globales:

Eventos como pandemias, terremotos, huracanes o crisis globales (como la pandemia de COVID-19) pueden alterar el curso normal de capital tanto en individuos como empresas. 

Cómo Mejorar y Mantener la Solvencia Económica  

Mejorar y mantener la solvencia financiera es crucial para garantizar una estabilidad a largo plazo. Para lograrlo, es necesario gestionar de manera eficiente tanto los recursos internos como las interacciones con el entorno externo, tal y como veíamos anteriormente. A continuación, os dejamos algunos consejos prácticos: 

Gestiona eficientemente tus recursos.

Ya seas una persona o tengas una empresa, gestionar tu capital (y otros activos) es vital para alcanzar un grado de solvencia positivo. Evita gastos hormiga o innecesarios, busca opciones más económicas a la hora de realizar desembolsos altos y busca un equilibrio entre tus ingresos y deudas.  

Crea un presupuesto y destina un porcentaje al ahorro.

Establece un presupuesto de gastos fijos y variables y destina un porcentaje de tus ingresos a la creación de un colchón de emergencia. 

Aumenta la rentabilidad.

Tanto si tienes una empresa como si estás buscando mejorar tu solvencia personal, es necesario comparar diferentes opciones a la hora de contratar productos financieros, como en el caso de las inversiones. Compara y escoge la mejor en función de tus necesidades. 

Mantén la solvencia con soluciones financieras inteligentes  

La solvencia financiera es fundamental para la estabilidad y el éxito a largo plazo de una empresa o individuo. La solvencia financiera asegura que una empresa o persona pueda cumplir con sus compromisos de pago, tanto a corto como a largo plazo, como préstamos, intereses, salarios y facturas de proveedores. Mantener esta capacidad evita situaciones de morosidad, incumplimiento o quiebra

Escoger siempre la mejor opción financiera teniendo en cuenta nuestras características (o las de nuestra empresa) y nuestras necesidades, es vital para mantener un nivel de solvencia adecuado.  

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