La amortización es fundamental en finanzas y contabilidad, ya que permite planificar el pago de una deuda financiera y distribuir el coste de los activos a lo largo del tiempo. Se puede abordar desde dos enfoques principales: la financiera o de préstamos, que consiste en liquidar una parte o el total de una deuda; y la contable o de activos, que asigna el coste de un bien a su vida útil, reflejando su pérdida de valor o desgaste.
En este artículo se explicarán los tipos de amortización más comunes, los métodos de cálculo que podemos encontrar y ejemplos prácticos para comprender su aplicación en la gestión financiera.
¿Qué es la amortización?
El término amortización hace referencia a la pérdida de valor de un activo o pasivo con el paso del tiempo. Para un activo, sería la disminución de su coste inicial con el paso del tiempo, mientras que para un pasivo (un préstamo o crédito, por ejemplo) sería la reducción de la cantidad debida.
Tipos de amortización
Podemos encontrar dos tipos de amortización principales, según el enfoque y el ámbito que analicemos: financiera y contable.
Amortización en contabilidad (activos)
La amortización en contabilidad o contable es aquella que se relaciona con la distribución del coste de un activo tangible o intangible a lo largo de su vida útil. Este tipo refleja un desgaste o pérdida de valor y se registra como un gasto en los estados financieros.
Podemos ver un ejemplo claro en los equipos informáticos, que reducen su funcionalidad con el paso de los años. Un ordenador que, de inicio, tuvo un coste de 2.000€ perderá un porcentaje de su valor cada año de su vida útil, por ejemplo 500€/año, es decir, al cabo de 4 años su valor sería nulo.
Amortización financiera (préstamos y deudas)
Por su parte, la amortización de préstamo o financiera, es aquella que se refiere al proceso de pago gradual de una deuda o préstamo mediante cuotas periódicas, que incluyen una parte del capital prestado y otra de los intereses acordados. Existen diferentes sistemas en este sentido, como el sistema francés (cuotas constantes) o el sistema alemán (cuotas decrecientes).
Por ejemplo, podríamos contratar un préstamo de 10.000€ con un interés del 8% anual, que podría ser amortizado en cuotas mensuales durante 5 años e, incluso, adelantar una parte o la totalidad antes de finalizar el plazo fijado. La cantidad por pagar en cada cuota dependería del sistema de amortización utilizado.
Otros tipos comunes
Además de la amortización de préstamo y contable, existen otros tipos que aportan perspectivas específicas al análisis financiero y contable, como pueden ser la técnica o económica y la acumulada.
La técnica o económica se enfoca en el desgaste real o funcional de un activo debido a su uso, obsolescencia tecnológica o pérdida de productividad.
Por ejemplo, una máquina que produce 10.000 unidades anuales de un producto puede considerarse técnicamente amortizada si su rendimiento se reduce a la mitad antes de finalizar su vida útil estimada.
La acumulada, por su parte, es la cantidad total del coste de un activo que ha sido amortizado desde el momento de su adquisición hasta una fecha específica.
Por ejemplo, un vehículo comprado por 20.000€ con una amortización anual de 3.000€ tendrá una amortización acumulada de 9.000 al tercer año.
Cómo calcular la amortización en contabilidad
Como hemos visto anteriormente, este tipo se calcula para distribuir el coste de un activo a lo largo de su vida útil. Existen dos formas principales para calcular la amortización en este sentido:
Fórmula lineal
Es el método más sencillo y utilizado, en él, se distribuye el coste del activo en partes iguales durante su vida útil.
Fórmula de amortización lineal = Coste del activo − Valor residual / Vida útil del activo
Por ejemplo, si una máquina cuesta 10.000€, tiene un valor residual de 2.000€ y una vida útil de 4 años, el resultado será de 2.000€ amortizados por año.
Fórmula decreciente
La amortización decreciente, por su parte, calcula un mayor porcentaje en los primeros años de vida útil de un activo y menor en los últimos años. Esto refleja que muchos activos pierden más valor al principio de su uso.
Fórmula de amortización decreciente = Valor inicial – (cuota de amortización x años transcurridos)
Sistemas de amortización financiera
Existen varios sistemas de amortización de préstamo o financiera, cada uno con un enfoque diferente para calcular cómo se devuelven los préstamos.
Sistema francés
Este es uno de los sistemas más utilizados. En él, las cuotas periódicas son iguales durante todo el periodo de amortización. Al principio, la mayor parte de la cuota corresponde a intereses, y con el tiempo, la proporción dedicada al capital aumenta.
Sistema alemán
En este sistema, la cuota de amortización del capital es fija a lo largo del tiempo, mientras que los intereses se calculan sobre el saldo pendiente. Esto hace que las cuotas iniciales sean más altas, ya que los intereses son mayores al principio.
Sistema americano
En el sistema de amortización americano solo se pagan los intereses durante el período de duración del préstamo. El capital se paga al final del préstamo, lo que significa que la deuda principal se amortiza de una sola vez. Este sistema se utiliza principalmente en préstamos a corto plazo.
Tablas de amortización: qué son y cómo usarlas
Las tablas de amortización son herramientas utilizadas para detallar cómo se distribuyen los pagos de un préstamo a lo largo del tiempo. Muestran cómo se componen las cuotas periódicas, en términos de capital e intereses, y cómo se va reduciendo el saldo de la deuda con cada pago.
Se trata de un elemento muy importante tanto en finanzas como en contabilidad ya que nos ayudan a comprender cómo se distribuyen los pagos a lo largo del tiempo, en el caso de una deuda, por ejemplo. Además, permiten planificar y prever los pagos, lo que ayuda a mantener el control sobre las finanzas.
Importancia de la amortización en la planificación financiera
La amortización juega un papel crucial en la planificación financiera, tanto para individuos como para empresas. Este proceso permite gestionar los pagos de deudas y la depreciación de activos de manera organizada y predecible, lo que facilita la toma de decisiones y el control financiero.
La amortización permite distribuir el pago de una deuda o el coste de un activo a lo largo de un período de tiempo. Esto facilita la gestión del flujo de caja, evitando pagos elevados o inesperados y permitiendo que los pagos se ajusten a la capacidad de pago del prestatario.
Además, la amortización brinda una visión clara y estructurada de cómo evolucionan las deudas y los activos a lo largo del tiempo, lo que ayuda a tomar decisiones informadas y mejora la planificación financiera.
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