Con las nuevas tecnologías y los avances e innovaciones en los métodos de pago, los modelos de consumo también han ido evolucionando, aportando nuevas soluciones a los problemas que pueden surgir en el día a día. En este contexto, nace la economía colaborativa, que ha ido ganando popularidad en los últimos años.
¿Qué es la economía colaborativa?
Tal y como su nombre indica, la economía colaborativa, o economía de intercambio, hace referencia a un modelo de compra, venta e intercambio de bienes o servicios en forma de colaboración. Si alguna vez has vendido unos zapatos en alguna aplicación de segunda mano o has compartido coche con un compañero de trabajo para ir a la oficina, estás haciendo uso de este modelo económico.
Internet y las aplicaciones móviles han impulsado su crecimiento, favoreciendo la comunicación de personas que, por ejemplo, quieren vender un producto de segunda mano y aquellas que buscan comprar algo similar. Son muchos los sectores donde podemos encontrar este método, entre los que destacan los siguientes:
- Alojamiento: el ejemplo más claro serían aplicaciones donde puedes intercambiar tu vivienda con otras personas en periodos normalmente cortos de tiempo. Aunque no son alojamientos, los espacios de coworking también entrarían dentro del modelo de economía colaborativa.
- Transporte: por ejemplo, plataformas de carsharing que conectan a personas cercanas que buscan llegar a un mismo lugar.
- Alimentación: son cada vez más los establecimientos que ofrecen comida a precios reducidos cuando se acerca la hora de cierre.
- Segunda mano: muy útiles para dar una segunda vida a artículos que ya no queremos, como ropa, calzado, juguetes o libros.
- Finanzas: existe la posibilidad de recaudar dinero en colaboración con otras personas, normalmente con fines benéficos, como es el caso de los proyectos de crowdfunding.
¿Cuáles son sus beneficios?
La economía colaborativa se ha convertido en un recurso con múltiples ventajas, como pueden ser el ahorro o la sostenibilidad:
- Ahorro: normalmente los productos vendidos a través de este método tienen un precio menor e incluso, en ocasiones, pueden intercambiarse unos por otros sin pagar una suma de dinero.
- Mayor oferta: al incluir los productos o servicios de personas particulares, las opciones a las que puedes recurrir se multiplican.
- Cuidado del medio ambiente y aprovechamiento de los recursos: gracias a la economía colaborativa se da una nueva vida a objetos que, en otro caso, serían desechados, se reduce la contaminación al compartir transportes…
Y tú, ¿has hecho uso de este modelo económico en alguna ocasión? Recuerda que puedes seguir nuestro perfil oficial de LinkedIn para estar al tanto de todas nuestras novedades.
