Entendiendo el sistema financiero: lo que necesitas saber
Hoy en día, contar con un sistema financiero es crucial para el funcionamiento eficiente de la economía, ya que impulsa la inversión, la innovación y el crecimiento económico sostenible.
En el post de hoy analizaremos en profundidad qué es un sistema financiero y cuáles son los componentes que lo conforman. Además, veremos algunos de los tipos más comunes que podemos encontrar.
¿Qué es el sistema financiero?
El sistema financiero es el conjunto de instituciones, mercados, instrumentos y normas regulatorias que facilitan el acceso al capital y la distribución eficiente de los recursos.
Su objetivo principal es fomentar el ahorro de los individuos y empresas y canalizar las posibles inversiones que se pudieran requerir para el crecimiento de un negocio, la compra de una vivienda o la financiación de infraestructuras públicas, entre otros.
Principales componentes del sistema financiero
Dentro del sistema financiero encontramos diferentes componentes. A continuación, desglosamos los más importantes, entre los que destacan las instituciones, los mercados y los instrumentos financieros.
Instituciones financieras
Las instituciones financieras son las entidades intermediadoras dentro del sistema financiero. Son las encargadas de facilitar el acceso a recursos financieros y gestionar los riesgos de las operaciones. Dentro de las instituciones financieras podemos encontrar dos grandes grupos:
Entidades bancarias:
Dentro de estas podemos encontrar los bancos comerciales, cuya misión principal es captar depósitos del público y ofrecer préstamos a individuos, empresas y gobiernos; los bancos de inversión, encargados de facilitar financiación a empresas en los mercados de capitales; y los bancos centrales, cuyo objetivo es regular el sistema monetario y financiero, controlando la política monetaria y emitiendo la moneda nacional.
Entidades no bancarias:
En este tipo de instituciones financieras incluiríamos a las aseguradoras, fondos de pensiones, cooperativas de crédito y fondos de inversión, entre otras. Es decir, entidades que no están directamente involucradas en la emisión de dinero, pero que desempeñan un rol clave en el ahorro y la inversión.
Mercados financieros
Los mercados, dentro del sistema financiero, son las plataformas físicas y online a través de las cuales se compran y se venden activos financieros, como bonos, acciones o divisas. Dentro de los mercados financieros más comunes podemos encontrar diferentes tipos:
Mercados de capital:
Donde se negocian activos a largo plazo, como acciones (que representan la propiedad parcial de una empresa y otorgan derechos sobre sus beneficios) y bonos (instrumentos de deuda que obligan al emisor a pagar intereses al tenedor durante un período determinado).
Mercados de dinero:
Dentro de este mercado se negocian instrumentos financieros a corto plazo, como letras del tesoro o certificados de depósito. Se caracteriza por su alta liquidez y bajo riesgo.
Mercados monetarios:
Donde se intercambian diferentes monedas. Es un elemento vital para asegurar las transacciones internacionales y para la estabilidad de las tasas de cambio.
Instrumentos financieros
Un instrumento financiero es todo aquel contrato que representa una obligación financiera entre dos partes, creando un activo financiero para una de las partes y un compromiso de pago para la otra. Estos pueden ser negociados o transferidos en los mercados financieros. Dentro de los instrumentos más comunes del sistema financiero encontramos los siguientes:
- Acciones: Representan la propiedad parcial en una empresa y otorgan derechos sobre sus beneficios.
- Bonos: Títulos de deuda emitidos por empresas para financiarse, comprometiéndose a pagar un interés y devolver el capital inicial en un determinado plazo.
- Depósitos y Préstamos: Instrumentos tradicionales ofrecidos por entidades bancarias. Un depósito genera intereses para los ahorradores y un préstamo proporciona financiación a cambio de pagos futuros.
Tipos de sistemas financieros
Los sistemas financieros pueden clasificarse como abierto o cerrado en función de su grado de integración con los mercados internacionales y la libertad de movimiento de capitales entre países.
Sistema financiero abierto vs. cerrado
La principal diferencia entre un sistema financiero abierto y uno cerrado la encontramos en sus flujos de entrada y salida de capital.
Un sistema financiero abierto es aquel que permite la libre entrada y salida de capitales, es decir, sus flujos de inversión entre mercados (nacionales e internacionales) son fluidos y no dependen de grandes restricciones. Este tipo de sistema está integrado en la economía global y fomenta la participación de inversores y empresas extranjeras en sus mercados financieros. Algunos ejemplos de este modelo financiero serían las economías de Estados Unidos, Reino Unido o Singapur.
Por el contrario, un sistema financiero cerrado es aquel en el que los flujos de capital de un país hacia el mercado internacional están estrictamente controlados. En este tipo de sistema, las inversiones y la financiación provienen principalmente del mercado interno, y el gobierno impone barreras significativas a la entrada y salida de capital extranjero. Corea del Norte, Venezuela o Cuba son algunas de las potencias que actualmente mantienen este modelo de sistema financiero.
Sistema financiero mixto
Un sistema financiero mixto, por su parte, combina elementos de los dos modelos anteriores. En este sistema, tanto los mercados de capitales como los bancos desempeñan roles importantes, y el grado de apertura a los mercados internacionales puede variar. Ofrece un equilibrio entre los elementos de apertura y control, combinando la flexibilidad y los beneficios de un mercado financiero abierto con la estabilidad y la protección de un entorno regulado.
España, Francia o Canadá son ejemplos de este modelo de sistema financiero, actualmente.
Impacto de las Fintech y la digitalización en el sistema financiero
Las innovaciones tecnológicas de los últimos años y la aparición y desarrollo de numerosas Fintech en el panorama económico han revolucionado la forma de entender el sistema financiero y sus componentes.
Estas innovaciones no solo han favorecido la aparición de nuevos métodos de pago y mejorado la experiencia de los usuarios en el terreno financiero, si no que ha profesionalizado y optimizado procesos de las entidades bancarias clásicas. Los competidores se han diversificado, ofreciendo una mayor profesionalización de la oferta financiera para individuos y empresas. También hemos visto la creación de nuevas divisas, como son las criptomonedas, gracias al desarrollo de tecnologías cada vez más seguras (blockchain).
En definitiva, el impacto de las Fintech y la digitalización en el sistema financiero ha sido profundo, abarcando numerosas dimensiones. Aunque han surgido nuevos desafíos, como los riesgos regulatorios y de ciberseguridad, la digitalización está remodelando el panorama financiero global, con grandes beneficios tanto para los consumidores como para las empresas. Este proceso seguirá evolucionando, y es probable que las Fintech desempeñen un papel aún más importante en el futuro del sistema financiero.
¿Por qué es importante el sistema financiero?
En resumen, un sistema financiero es un elemento clave dentro de la economía de un país ya que facilita el acceso al capital, fomenta el ahorro y la inversión; y ayuda en la distribución eficiente de los recursos. Además, permite a las personas y empresas reducir su exposición a diferentes tipos de riesgos mediante instrumentos como seguros o diversificación de inversiones, entre otros.
Es decir, es vital para aportar estabilidad económica. Un sistema financiero sólido y bien regulado contribuye a la estabilidad macroeconómica, evitando crisis financieras y ayudando a gestionar choques económicos de manera más efectiva.
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